Claudia Campos. MHS
Es usted una de esas mujeres que creció oyendo cuentos infantiles y/o viendo telenovelas, en donde para lograr el amor de un hombre, era casi un requisito indispensable sufrir y sufrir?. No es la única, son muchas las mujeres que han crecido con esos modelos de relación, donde el amor nunca se ve como una experiencia fácil y gratificante.
Parece mentira que uno de los misterios del amor sea que puede ascender cúspides maravillosas pero también hundirse en profundos abismos de decepción y de dolor.
Es necesario revelarse contra esas relaciones superficiales, inmaduras, manipuladoras y sufridas que muchos llegan a considerar como el “lógico y natural” estilo de interacción amorosa.
Los tormentosos celos por ejemplo, que son otro sentimiento que origina dolor, no son sino reflejo de la inseguridad y la necesidad posesiva de la otra persona. En los celos hay un sentimiento de orgullo herido, temor al abandono y dolor a los supuestos derechos violados. No son ingrediente de los verdaderos amores y es necesario combatirlos.
Cuando Ud. se enamora y pierde la real dimensión de la otra persona, es cuando se entra en una fase de idealización, solo se ve y desea ver lo positivo de quien se ama. Cuando sé esta en la cima del amor, se destacan los rasgos deseables y positivos del otro. Y con grandes maniobras mentales se desaparecen los rasgos indeseables, se encuentran razones o disculpas para ellos. Pero con el paso del tiempo salen a flote estos rasgos que no se habían querido ver, aparece la desilusión y se oyen frases como: “se me cayo del pedestal”, “yo lo tenia tan alto”, es entonces aquí, cuando el amor y la relación, necesita un nuevo y verdadero ajuste, no una adaptación dolorosa y sufrida.
Parece mentira que uno de los misterios del amor sea que puede ascender cúspides maravillosas pero también hundirse en profundos abismos de decepción y de dolor.
Es necesario revelarse contra esas relaciones superficiales, inmaduras, manipuladoras y sufridas que muchos llegan a considerar como el “lógico y natural” estilo de interacción amorosa.
Los tormentosos celos por ejemplo, que son otro sentimiento que origina dolor, no son sino reflejo de la inseguridad y la necesidad posesiva de la otra persona. En los celos hay un sentimiento de orgullo herido, temor al abandono y dolor a los supuestos derechos violados. No son ingrediente de los verdaderos amores y es necesario combatirlos.
Cuando Ud. se enamora y pierde la real dimensión de la otra persona, es cuando se entra en una fase de idealización, solo se ve y desea ver lo positivo de quien se ama. Cuando sé esta en la cima del amor, se destacan los rasgos deseables y positivos del otro. Y con grandes maniobras mentales se desaparecen los rasgos indeseables, se encuentran razones o disculpas para ellos. Pero con el paso del tiempo salen a flote estos rasgos que no se habían querido ver, aparece la desilusión y se oyen frases como: “se me cayo del pedestal”, “yo lo tenia tan alto”, es entonces aquí, cuando el amor y la relación, necesita un nuevo y verdadero ajuste, no una adaptación dolorosa y sufrida.
Claudia Campos. Psicóloga Clínica. Master en Sexualidad Humana y Pareja.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario