lunes, 30 de marzo de 2009

Alcohol y Sexualidad: Una Combinacion Peligrosa

Claudia Campos. MHS
La gran ilusión de los seres humanos por años ha sido encontrar una sustancia que le permita aumentar la intensidad del apetito sexual, lograr una fácil y vigorosa respuesta a los estímulos eróticos; es así como en muchas culturas se le ha atribuido al Alcohol, propiedades “mágicas” para desempeñarse con propiedad en el terreno sexual, sin conocer como el alcohol como otras drogas causa claros efectos negativos sobre la función erótica. No importa como se piense, o lo que nos han dicho, la realidad es que el alcohol, es una droga que tiene efectos sobre el organismo.
Por otra parte, es un hecho que el consumo de bebidas alcohólicas es aceptado por la sociedad y comercialmente estimulado. Cualquier celebración implica un brindis o tomar una copa para festejar. Esta exaltación del alcohol ha llevado a una serie de mitos y falsos conceptos respecto a su relación con la sexualidad. La más generalizada es que el alcohol facilita y mejora el desempeño sexual.
La verdad es que el alcohol es un depresor del sistema nervioso central; por ello, en dosis bajas tiene un efecto relajante y desinhibidor; esto quiere decir que con pequeñas dosis de alcohol nos sentimos más tranquilos y en ocasiones es más fácil atrevernos a hacer cosas que de otra manera nos darían vergüenza.
Pero por otro lado, las dosis más elevadas crean un estado de pérdida de contacto con la realidad, y lejos de servir como estimulante o mejorar el funcionamiento sexual en realidad lo inhibe.
Podemos entonces decir que el alcohol tiene efectos contradictorios. Por un lado deprime la respuesta sexual y por otro desinhibe y relaja al individuo. Encontrar un equilibrio entre estos dos efectos no es tan fácil. Esto si nos referimos al consumo de alcohol social. Pues en los bebedores crónicos la erección se va haciendo cada vez más difícil, algunos llegan a la imposibilidad erectiva total. Y algunas mujeres presentan problemas con su excitación, con una adecuada lubricación y con la obtención del orgasmo y en muchos más casos de los que se cree, las mujeres bajo el efecto del alcohol son presas fáciles de los abusos y la agresión sexual.
Claudia Campos.MHS. Psicóloga Clínica. Master en Sexualidad Humana y consejería de Pareja.

lunes, 16 de marzo de 2009

Miedo a la soledad

Claudia Campos. MHS

Difícil encontrar un concepto que produzca más temor, más aversión, más angustia que el de la soledad. El temor a la soledad constituye una de las razones para establecerse en pareja. Y es que, en realidad, mucha gente pasa la vida evadiendo esta faceta tan desconocida y desprestigiada de la existencia humana, al menos en los últimos años.
Para el ser humano en el pasado era primordial pensar sobre sí mismo, explorar su interior, sus intuiciones, sus sueños, sus presagios y visiones, pero también sus pensamientos, su ética, sus reacciones, la esencia de su ser. Y... en cambio para el hombre de hoy, ese hombre de la llamada postmodernidad, es fundamental construir su apariencia, su estética, su entorno inmediato, su reputación, su prestigio y su éxito social. Esta es precisamente la gran explicación sobre por que es terrible e indeseable, antes que nada, la eventualidad a la soledad.
Para una persona que ha explorado su interior, ha experimentado el conocimiento de sí mismo, se ha cuestionado e indagado por sus posibilidades, ha iniciado una comunicación intima y se ha dado a la tarea de ir respondiendo interrogantes acerca de sí, el hecho de estar solo únicamente implica una situación física, que no aterra, ni amarga. Se trata de una ocasión para continuar su autoconocimiento.
En cambio, para la mayoría de los seres humanos, con todos sus afanes de tiempo, sus intereses de prestigio, su impaciencia por los resultados, sus búsquedas de éxito social, sus preocupaciones estéticas, quedarse solo es tener que enfrentarse de un golpe con el silencio del fondo, con el vacío de no conocerse, con la eventualidad de no contar consigo mismo, con la incertidumbre de no saber qué hacer.
Y no precisamente estoy hablando de la soledad como sinónimo de soltería, NO.
O si no ¿porque muchas personas que viven en pareja, experimentan este mismo sentimiento de soledad?
La soledad debería ser vista ante todo como una parte de nuestro propio ser, una certeza de nuestra existencia, un espacio que nadie puede invadir, un terreno de aprendizaje y crecimiento personal.
Vista de esta manera, la soledad en muchas ocasiones puede ser nuestra mejor compañera.

Claudia Campos. Psicóloga Clínica. Master en Sexualidad Humana y consejería de Pareja.

jueves, 19 de febrero de 2009

Existen los Afrodisiacos?

Claudia Campos. MHS

Desde tiempo inmemorial hemos buscado la sustancia o alimento capaz de incrementar nuestro vigor y deseo sexual, o que nos ayude a mejorar nuestro desempeño sexual.
Esto ha provocado que se hable acerca de que algunos alimentos. Como por ejemplo de los mariscos que se dice que mejoran la capacidad sexual. Al respecto podemos decir que no existe ninguna investigación que haya comprobado que algún alimento aumente o disminuya la capacidad sexual; lo que sí es importante para un buen funcionamiento no solo sexual, sino corporal, es una alimentación sana y balanceada.
Igualmente se habla de cremas, drogas y otros medicamentos con efectos afrodisiacos. Podríamos decir que esto es cierto, dependiendo de lo que se entienda por afrodisiaco. Si definimos afrodisiacos, como aquellas sustancias que incrementan las capacidades físicas: mayor número de erecciones, mas potencia, en este sentido no hay alimento, aceite o crema alguna que logre estos resultados.
Pero por otra parte si consideramos afrodisiaco aquellas sustancias que despiertan o aumentan el deseo, y las sensaciones subjetivas de placer, podremos darnos cuenta entonces, que varias cosas, como: una flor, una canción, o una crema en una situación determinada, se convierten en afrodisiaco.
Ya que el deseo y la excitación sexual es una respuesta a estímulos internos como un recuerdo, la fantasía, la imaginación, y/o a estímulos externos que son de carácter muy personal, por ejemplo: la ternura, las caricias, los contactos, son estímulos eficaces para despertar ese deseo y excitación en algunas personas, mientras que para otras pueden ser las imágenes, los olores, y/o los sonidos. Por eso pretender que una simple sustancia origine por si sola estos sentimientos no es mas que un mito.
En realidad el mejor afrodisiaco esta en nuestra mente, en la atracción hacia nuestra pareja, en hacer que cada momento con ella se convierta en un elemento afrodisiaco, que nos permita incrementar el placer y la comunicación.
Claudia Campos. Psicóloga Clínica. Master en Sexualidad Humana y consejería de Pareja.

jueves, 12 de febrero de 2009

¡Amar a una persona divorciada!

Claudia Campos. MHS
Si usted se enamoró de una persona que ya estuvo casada, el fantasma del o la ex puede ser el más grande enemigo de su relación, si usted no lo sabe manejar.
Puede ser que usted sea una de esas mujeres que se tortura pensando que ellos en algún momento de sus vidas compartieron algo más que un noviazgo y que vivieron intensos momentos de amor y hasta soñaron con vivir juntos por el resto de sus vidas. O que usted sea uno de esos hombres que desea saber si usted es mejor que el ex en la intimidad ¡Cuidado!. Estos pensamientos lo pueden llevar a sentir el doloroso sentimiento de los celos, convertirlo en una persona insegura, triste y resentida.
Haga un alto a sus pensamientos y en lugar de dejarse consumir de dolor reflexione sinceramente sobre lo siguiente:
• El pasado de su compañero no le pertenece: posiblemente ustedes ni se conocían. Entonces, ¿por qué le causan tanto dolor situaciones durante las cuales aún eran dos desconocidos? Recuerde a quién pertenecía su corazón durante esa época. Usted también tiene un pasado, quizás hasta también estuvo casado con otra persona... y seguramente también vivió momentos de felicidad. No sea injusto y olvídese de reclamarle al otro el pecado de no haber permanecido haciendo votos de castidad hasta que usted llegara a su vida.
• Reflexione acerca de si mismo; ¿no será tal vez que no soporta la idea de no ser el centro del universo para su actual pareja, aún cuando se trate de cosas del pasado?
Trate de no meterse en la relación que tienen ellos especialmente si tienen hijos. Manténgase centrada en su pareja y en sus sentimientos, no juegue a ser el o la tercera en discordia. Cuide su propia relación con la persona que ama, sea comprensivo o tome distancia del tema teniendo como límite el respeto por sí mismo.
Concéntrese en lo que usted y su pareja están formando, es lo que está vivo, recuerde que la o el ex es el pasado y usted es el presente.

Claudia Campos. Psicóloga Clínica. Master en Sexualidad Humana y consejería de Pareja.

martes, 3 de febrero de 2009

El arte de discutir

Claudia Campos. MHS
La divergencia no es de sexos, es humana. Con esta expresión quiero hacer referencia a lo humano que resulta el desacuerdo, el conflicto, el gesto contrariado y los malos entendidos. Basta que dos seres humanos estén juntos, no importa su sexo para que se establezcan y se coloquen en un mismo espacio las diferencias entre ellos. Diferencias que se dan por razones genéticas, culturales, ambientales, de raza, de personalidad y de particularidades de cada uno. Y con mayor razón cuando se trata de dos seres humanos que comparten la cotidianidad: ya que está trae consigo múltiples alegrías pero también tristezas, angustias, cansancio, discusiones y conflictos.
Pero no siempre las discusiones son sinónimo de peleas irreconciliables. Es mas si aprendemos a discutir, estas pueden ser muy productivas para la pareja. Pero es importante tener en cuenta algunas reglas generales que nos pueden servir a la hora de discutir y poder así llegar a tener una conversación exitosa.
La regla de oro número uno Piense antes de hablar. No “descargue” en su pareja todo su enojo sin detenerse a pensar un instante. Antes de hacer un reproche o levantar el dedo acusador, mejor exprese genuinamente sus sentimientos antes de tratar de suponer los del otro. Deje de lado el estilo agresivo, irónico y prepotente y reemplácelo por un tono más cordial. Dialogar es intercambiar ideas, opiniones y sentimientos; no significa competir. Y para ello es importante antes de empezar a discutir, asegurarse de que su pareja esté dispuesta a escuchar, de lo contrario, gastará tiempo y saliva inútilmente.
Discúlpese cuando se equivoca. Deje de lado su orgullo es importante que reconozca su error y lo exprese en forma clara y con humildad.
Recuerde que en este dialogo no existen ganadores o perdedores, sino personas que en ocasiones ceden y en otras consiguen el apoyo del compañero. Busque permanente el equilibrio en el que ninguno se sienta manejador del otro ni manejado por él.

Claudia Campos. Psicologa Clinica/Sexologa/Terapista pareja

miércoles, 28 de enero de 2009

Frecuencia Sexual: ¿Qué se considera normal?

Claudia Campos, MHS
A menudo ente las parejas se preguntan cuál es el número ideal de relaciones que una pareja “normal” debe tener. Lo primero es que es muy difícil en materia de sexualidad, sino imposible, establecer un criterio de normalidad. Pues lo que para mí puede ser normal en cuanto a mis preferencias, deseos y gustos sexuales, para otra persona puede no estar dentro de sus parámetros.
Y es que hay tantos gustos y preferencias individuales, que sin duda aquello que para uno es agradable, para otro no lo es, y en cuanto a la frecuencia de las relaciones, lo adecuado dependerá exclusivamente de lo que la pareja decida que es lo suficiente y satisfactorio para ellos.
Hay parejas que acostumbran tener mas de una relación por día, otras una por semana o por quincena y así se encuentran satisfechos. No hay regla. Las fronteras en este sentido son muy amplias, y el termino ”conducta sexual normal del ser humano” puede ser aplicado a muchas situaciones distintas.
Dada esta diversidad no existe una frecuencia de relaciones que pueda considerarse como la mejor o la más recomendable; ello depende de los deseos de cada miembro de la pareja, y lo importante es que ambos decidan el ritmo y la frecuencia satisfactoria. Es obvio que si la relación sexual se vuelve rutinaria y sin novedades será tediosa y se convertirá en una tarea que cumplir sin mayor atractivo y con ello tendera a disminuir la frecuencia.
Una actitud permanente de atención, y estar libre de la presión por “cumplir” con un determinado numero de actividades sexuales, son factores que pueden favorecer que estos encuentros se den en las mejores condiciones según las diferentes circunstancias de su vida de pareja.
Mucha gente compara la cantidad de sus relaciones sexuales con un promedio idealizado o extraído de las estadísticas de las revistas. Esto no solo es poco realista sino injusto con uno mismo y su pareja, puesto que tales expectativas traen conflicto y frustración a la relación. Al sentirse inconformes o disgustados, puede culpar a su pareja de lo que pasa y exigirle que sea “normal” según esos patrones.
No se dejen enredar, lo importante son ustedes, su ritmo, sus necesidades y su búsqueda de acople a las preferencias del otro.

Claudia Campos.MHS.Psicologa Clinica, Master Sexualidad Humana y Pareja.

lunes, 5 de enero de 2009

Al mal tiempo buena cara

Claudia Campos. MHS.

Se acabaron las fiestas de fin de año, comenzo el 2009 y de nuevo la realidad de vida asoma a nuestra ventana. Y es que muchas personas aun siguen creyendo que como por arte de magia todo cambia cuando llega un nuevo año. Y la realidad es que la vida continua igual a como uno la percibe, la vive y la siente.
En esta epoca de invierno donde afuera hace frío, mucho frío; se ve el aliento de las personas al respirar, mientras caminan envueltos en abrigos y bufandas y las manos en los bolsillos. Quizá caiga nieve o hielo, pero hay gente que tiene su corazón caliente, y no importa el frío de las calles; personas que tienen una razón para vivir, personas felices y que saben amar, que saben convertir todas las cosas duras de la vida en algo bueno, algo positivo, tienen esperanza, y se esfuerzan por mantener un clima de paz y calor en sus hogares, en su trabajo. Seria maravilloso rodearnos de estas personas y aprender de ellas. Pues debe ser muy duro que ahí afuera haga frío y que el corazón esté congelado, hecho hielo, también. Frío por fuera y frío por dentro. Hielo es la desesperanza, dejarse arrancar día a día los restos de confianza a los que uno se agarra para seguir viviendo. Hielo es el resentimiento, el miedo a la vida, al futuro, a la vejez, a la enfermedad y a la soledad
Por eso para poder sanar y vivir con una actitud mas positiva, necesitamos que salga el sol dentro de nosotros mismos, el sol de la esperanza, del amor, del optimismo, de la paz interior; tenemos que forzarnos a nosotros mismos y, antes que nada, obligarnos a creer que el sol puede salir en nuestra vida. La persona que por todo se desespera puede tener muchas razones y excusas, pero también algo de responsabilidad porque las penas, sufrimientos, apuros económicos, contratiempos, están repartidos en la vida de todos, pero ahí esta también la mente, nuestra mente, para buscar soluciones a los problemas.
Debemos aprender que en la vida no todos los momentos son buenos, hay algunos peores que otros e incluso algunos son indeseables. La clave esta en aceptar los hechos que son irremediables sin ningún tipo de frustración o enojo desmedido. Una reacción emotiva descontrolada o negativa para afrontar un momento duro en la vida es una clara muestra de debilidad y fracaso. Al contrario, la serenidad, el autocontrol y la visión positiva de las cosas son las mejores armas para enfrentar con éxito lo que te toca vivir.
Tratar de cambiar nuestra vida sin cambiar nuestra actitud, es como pintar sobre el óxido: parece bonito hasta que la corrosión vuelve a salir a la superficie.
Y lo mas importante entender que yo no puedo controlar el clima de afuera, pero sí el interior de mi espíritu. Los problemas lo pueden quebrantar a uno si se deja, pero pueden fortalecerlo si los enfrenta como retos magníficos. Y al hacerlo sentiras que el sol esta dentro de ti.

Claudia Campos.MHS.Psicologa Clinica, Master Sexualidad Humana y Pareja.