Claudia Campos.MHS
Hablar acerca de la homosexualidad para muchas personas, es todavía un misterio y un tabú. Pero este tema, prohibido hasta hace muy poco tiempo, es hoy motivo de estudio, investigación y discusiones académicas así como de presentaciones literarias, teatrales, cinematográficas y televisivas, que con frecuencia muestran e inducen a la tolerancia y a la comprensión de esta conducta en muchas personas de nuestra sociedad.
Esta nueva actitud, sin juicios de valor, abre una esperanza al entendimiento, al respeto por la diferencia entre los seres humanos y estimula así una convivencia más armoniosa y en paz.
Sabemos que como muchos temas acerca de la sexualidad, hablar sin miedo, sin recelo de la homosexualidad, no es una tarea fácil y lleva tiempo. Tiempo para educarse acerca del tema, para despejar los mitos y falsas creencias que aún en la actualidad existen con respecto a la homosexualidad.
Comencemos por tener claro que la orientación sexual de una persona se define de acuerdo a su preferencia o atracción sexual y afectiva por personas ya sea de su mismo sexo, de otro sexo o de ambos, y puede incluir o no contacto genital.
Cuando la orientación sexual esta dirigida hacia personas del mismo sexo, estamos hablando de homosexuales. Y esto no tiene porque presentarse a confusión con la identidad sexual de la persona, pues la persona se siente a gusto con su sexo biológico (hombre o mujer) que tiene y no desea cambiarlo.
Igualmente saber que hace ya cerca de 25 años, la Organización Mundial de la Salud retiro la homosexualidad de la lista de las enfermedades mentales, y que esta comprobado que ser homosexual no es una conducta patológica, ni una enfermedad, es un buen comienzo para comenzar a entender y respetar la orientación sexual de quienes nos rodean.
Porque aunque la actitud de nuestra sociedad, especialmente entre los jóvenes, ha cambiado hacia una mayor tolerancia, todavía los homosexuales siguen constituyendo una minoría que tienen que afrontar prejuicios sociales, religiosos, legales y en muchos casos laborales. Lo ideal seria esperar que en el futuro se de una actitud más comprensiva, de acuerdo con el amor y el respeto que merecemos todos los seres humanos.
Claudia Campos. Psicóloga Clínica. Master en Sexualidad Humana y Pareja.
miércoles, 23 de julio de 2008
Fantasías Sexuales: De la monotonía a la creatividad
Claudia Campos. MHS
Muchas parejas con el paso del tiempo ven apagarse por momentos la pasión, el fuego de los primeros años de su relación y convierten sus aproximaciones sexuales en algo “rutinario” y carente de emoción. Esto no tiene nada que ver con el amor que puede seguir desarrollándose y ser más intenso de lo que era en los comienzos. Es solo que pasa el tiempo y lo que era novedad ya no lo es y si sumamos la rutina del trabajo; la crianza de los hijos/as y el mantenimiento de la casa, no hay romanticismo ni pasión sexual que resistan tanta presión. Es ahí donde la aparición y el mantenimiento de las fantasías pueden ser una interesante manera de recuperar el erotismo. Muchas parejas recurren a sus fantasías sexuales como parte del juego erótico de su relación, ya que varias investigaciones han comprobado que fantasear puede contribuir al éxito de la experiencia sexual. Razón por la cual muchas veces las fantasías sexuales son utilizadas en el tratamiento de las disfunciones sexuales.
Es cierto que en el pasado hablar de Fantasías Sexuales era considerado un síntoma de un grave trastorno, la gente se horrorizaba o consideraba enferma cualquier persona hombre o mujer que se atreviera a hablar sobre sus fantasías. Aun en la actualidad muchos hombres y mujeres no se atreven a contarle a sus parejas sus sueños y fantasías porque han oído que este comportamiento es anormal por lo cual se sienten mentalmente trastornadas, culpables, avergonzadas y con temor a ser rechazadas.
Entender que las fantasías sexuales forman parte de la creatividad e imaginación de una persona y que estas pueden ser compartidas o no con nuestro compañero/a es muy importante para la vida sexual de la pareja, ya que compartir fantasías puede ser muy excitante para algunas parejas y enfriar la relación para otras.
Que son y para que tener fantasías?
Las fantasías sexuales son producto de la imaginación y creatividad de las personas y que todos somos capaces de crear y tener si así lo deseamos y desarrollamos. La mayoría de la gente tiene fantasías sexuales que sirven para una variedad de funciones y que pueden despertar varias reacciones. Pueden ser usadas de muy diversas formas: invitan a la masturbación, aumentan el deseo sexual, a veces se utilizan para facilitar el orgasmo, liberándonos de preocupaciones y miedos. A través de ellas podemos realizar actividades "prohibidas" sin tener que participar realmente en ellas. Dejarse llevar por las fantasías es una forma de ampliar la experiencia sexual sin correr ningún riesgo. Tener fantasías, incluso durante el coito, no es extraño, ni indica que necesariamente existan problemas en la relación.
El contenido de una fantasía sexual varia desde la simple imagen de una persona desnuda, hasta otras más elaboradas basadas en la seducción, islas desiertas, rescates heroicos, orgías, actividades homosexuales; pueden expresar un deseo sexual o provocarlo. Igualmente pueden ser placenteras o desagradables, estimulantes o no, realizables o imposibles. La gran mayoría de las veces estas historias eróticas visualizan imágenes sexuales, ya sea con la persona de la cual se esta enamorado, con alguien que es difícil de alcanzar o representan una experiencia prohibida.
La gran mayoría de las personas dejan volar su imaginación y piensan cosas que en la realidad no se atreverían a hacer. La fantasía y el deseo sexual a veces pueden aparecer juntos y ser el motor que enciende la escena sexual. Pero también se ha comprobado que la gente con bajo deseo sexual, tiene pocas fantasías sexuales y muchas veces se benefician usando y construyendo fantasías de manera positiva. La verdad es que hombres y mujeres sanos y normales gozan con las fantasías sexuales, no solo como base para excitarse o autoestimularse, sino durante el contacto sexual con otra persona. Lo importante es que si estas son vistas como parte de la creatividad de la pareja, como algo divertido y no como una amenaza a la relación, pueden llegar a resultar interesantes, excitantes y beneficiar la relación.
Dra. Claudia Campos. Psicóloga Clínica. Master en Sexualidad Humana y Pareja.
Muchas parejas con el paso del tiempo ven apagarse por momentos la pasión, el fuego de los primeros años de su relación y convierten sus aproximaciones sexuales en algo “rutinario” y carente de emoción. Esto no tiene nada que ver con el amor que puede seguir desarrollándose y ser más intenso de lo que era en los comienzos. Es solo que pasa el tiempo y lo que era novedad ya no lo es y si sumamos la rutina del trabajo; la crianza de los hijos/as y el mantenimiento de la casa, no hay romanticismo ni pasión sexual que resistan tanta presión. Es ahí donde la aparición y el mantenimiento de las fantasías pueden ser una interesante manera de recuperar el erotismo. Muchas parejas recurren a sus fantasías sexuales como parte del juego erótico de su relación, ya que varias investigaciones han comprobado que fantasear puede contribuir al éxito de la experiencia sexual. Razón por la cual muchas veces las fantasías sexuales son utilizadas en el tratamiento de las disfunciones sexuales.
Es cierto que en el pasado hablar de Fantasías Sexuales era considerado un síntoma de un grave trastorno, la gente se horrorizaba o consideraba enferma cualquier persona hombre o mujer que se atreviera a hablar sobre sus fantasías. Aun en la actualidad muchos hombres y mujeres no se atreven a contarle a sus parejas sus sueños y fantasías porque han oído que este comportamiento es anormal por lo cual se sienten mentalmente trastornadas, culpables, avergonzadas y con temor a ser rechazadas.
Entender que las fantasías sexuales forman parte de la creatividad e imaginación de una persona y que estas pueden ser compartidas o no con nuestro compañero/a es muy importante para la vida sexual de la pareja, ya que compartir fantasías puede ser muy excitante para algunas parejas y enfriar la relación para otras.
Que son y para que tener fantasías?
Las fantasías sexuales son producto de la imaginación y creatividad de las personas y que todos somos capaces de crear y tener si así lo deseamos y desarrollamos. La mayoría de la gente tiene fantasías sexuales que sirven para una variedad de funciones y que pueden despertar varias reacciones. Pueden ser usadas de muy diversas formas: invitan a la masturbación, aumentan el deseo sexual, a veces se utilizan para facilitar el orgasmo, liberándonos de preocupaciones y miedos. A través de ellas podemos realizar actividades "prohibidas" sin tener que participar realmente en ellas. Dejarse llevar por las fantasías es una forma de ampliar la experiencia sexual sin correr ningún riesgo. Tener fantasías, incluso durante el coito, no es extraño, ni indica que necesariamente existan problemas en la relación.
El contenido de una fantasía sexual varia desde la simple imagen de una persona desnuda, hasta otras más elaboradas basadas en la seducción, islas desiertas, rescates heroicos, orgías, actividades homosexuales; pueden expresar un deseo sexual o provocarlo. Igualmente pueden ser placenteras o desagradables, estimulantes o no, realizables o imposibles. La gran mayoría de las veces estas historias eróticas visualizan imágenes sexuales, ya sea con la persona de la cual se esta enamorado, con alguien que es difícil de alcanzar o representan una experiencia prohibida.
La gran mayoría de las personas dejan volar su imaginación y piensan cosas que en la realidad no se atreverían a hacer. La fantasía y el deseo sexual a veces pueden aparecer juntos y ser el motor que enciende la escena sexual. Pero también se ha comprobado que la gente con bajo deseo sexual, tiene pocas fantasías sexuales y muchas veces se benefician usando y construyendo fantasías de manera positiva. La verdad es que hombres y mujeres sanos y normales gozan con las fantasías sexuales, no solo como base para excitarse o autoestimularse, sino durante el contacto sexual con otra persona. Lo importante es que si estas son vistas como parte de la creatividad de la pareja, como algo divertido y no como una amenaza a la relación, pueden llegar a resultar interesantes, excitantes y beneficiar la relación.
Dra. Claudia Campos. Psicóloga Clínica. Master en Sexualidad Humana y Pareja.
¿Como decir no sin ofender a la pareja?
Claudia Campos. MHS
En el diario vivir de una pareja son muchas las circunstancias y factores que hacen que por momentos se sienta la monotonía y el bajo deseo sexual en cualquiera de los miembros de la pareja. Sin embargo decir NO a los requerimientos sexuales del otro en muchas ocasiones resulta angustiante para la persona que no desea tener una relación sexual.
Esto es particularmente valido en el caso de las mujeres, ya que muchas crecieron en hogares donde la única educación e información que se daba por parte de las madres o abuelas era, que para ser una excelente esposa y compañera se debía complacer al marido cada vez que este lo quisiera, no importando si se deseaba o no.
No obstante es inevitable que se presenten momentos en los que alguno de los dos no esta de animo para acceder a las iniciativas sexuales de su pareja.
Es importante diferenciar entre los ocasionales “no” y las permanentes negativas. Decir que no se esta dispuesto para el sexo, en una ocasión, no tiene por qué generar culpa o pena, si se comunica de manera adecuada y amorosa a la pareja, evitando ofenderla o hacerla sentir rechazada o no amada. Lo primero es tratar de identificar la razón de la negativa, puede ser que no deseemos un contacto sexual por: cansancio, preocupación, mal humor por algo en particular, indispuesta físicamente o incomoda por el sitio o la hora.
Después de identificada la razón comuníquesela a su pareja, pues esto le puede ayudar a entender que no es algo personal. Y si además le expresa los sentimientos positivos que él le inspira, lo ayudara a manejar la situación. Dígale lo mucho que lo ama, o lo buen amante que es. Sea generosa con estas expresiones. Puede mostrarse cariñosa y especial, consentirlo, hablarle de cosas agradables y sugerirle otra oportunidad posterior para tener una relación sexual en mejores condiciones.
Finalmente, si realmente hay un problema por el cual usted se esta negando permanentemente, es mejor admitirlo y abordarlo que seguir evadiéndolo. Si su desinterés sexual se debe a algo que la tiene molesta de él, o de la propia relación sexual o de pareja, es mejor enfrentarlo para poder buscar una solución, ocultarlo lo único que logra es que su relación se deteriore cada vez más y que entre ustedes surjan resentimientos y heridas difíciles de cerrar.
Dra. Claudia Campos. Psicóloga Clínica. Master en Sexualidad Humana y Pareja.
En el diario vivir de una pareja son muchas las circunstancias y factores que hacen que por momentos se sienta la monotonía y el bajo deseo sexual en cualquiera de los miembros de la pareja. Sin embargo decir NO a los requerimientos sexuales del otro en muchas ocasiones resulta angustiante para la persona que no desea tener una relación sexual.
Esto es particularmente valido en el caso de las mujeres, ya que muchas crecieron en hogares donde la única educación e información que se daba por parte de las madres o abuelas era, que para ser una excelente esposa y compañera se debía complacer al marido cada vez que este lo quisiera, no importando si se deseaba o no.
No obstante es inevitable que se presenten momentos en los que alguno de los dos no esta de animo para acceder a las iniciativas sexuales de su pareja.
Es importante diferenciar entre los ocasionales “no” y las permanentes negativas. Decir que no se esta dispuesto para el sexo, en una ocasión, no tiene por qué generar culpa o pena, si se comunica de manera adecuada y amorosa a la pareja, evitando ofenderla o hacerla sentir rechazada o no amada. Lo primero es tratar de identificar la razón de la negativa, puede ser que no deseemos un contacto sexual por: cansancio, preocupación, mal humor por algo en particular, indispuesta físicamente o incomoda por el sitio o la hora.
Después de identificada la razón comuníquesela a su pareja, pues esto le puede ayudar a entender que no es algo personal. Y si además le expresa los sentimientos positivos que él le inspira, lo ayudara a manejar la situación. Dígale lo mucho que lo ama, o lo buen amante que es. Sea generosa con estas expresiones. Puede mostrarse cariñosa y especial, consentirlo, hablarle de cosas agradables y sugerirle otra oportunidad posterior para tener una relación sexual en mejores condiciones.
Finalmente, si realmente hay un problema por el cual usted se esta negando permanentemente, es mejor admitirlo y abordarlo que seguir evadiéndolo. Si su desinterés sexual se debe a algo que la tiene molesta de él, o de la propia relación sexual o de pareja, es mejor enfrentarlo para poder buscar una solución, ocultarlo lo único que logra es que su relación se deteriore cada vez más y que entre ustedes surjan resentimientos y heridas difíciles de cerrar.
Dra. Claudia Campos. Psicóloga Clínica. Master en Sexualidad Humana y Pareja.
¿Por que me enamoro siempre del hombre equivocado?
Claudia Campos. MHS
Esta es una pregunta que seguramente Usted se ha hecho o ha oído decir a alguien cercano. Y en realidad, es que muchas mujeres suelen tropezar varias veces con la misma piedra cuando de amor se trata. Cuando esto sucede es necesario hacer un alto y analizar por qué se cometen siempre los mismos errores.
Por ejemplo si usted permanece atada a una relación que no la hace feliz porque no quiere enfrentar otro fracaso en su vida y sigue "tratando de que funcione" lo único que esta logrando es perpetuar un ciclo que cada vez le hace mas daño, ya que mientras más se esfuerza por llevar adelante la relación, más difícil se hace abandonarla. Pues a medida que el ciclo continúa usted se hace más dependiente, al punto que su identidad queda entremezclada con la de su pareja. Y es tan así, que la ruptura la advierte como la pérdida de una parte de usted misma. Esta es exactamente la razón por la cual muchas personas siguen atadas a relaciones abusivas.
Y la explicación es sencilla: la baja autoestima nubla su juicio al momento de escoger una pareja y luego, el hecho de no querer admitir que fue un error, a seguir con la relación. Posteriormente se ve obligada a racionalizar por qué sigue unida a ese hombre que no la satisface, y la única explicación que puede darse es que es lo único que merece. Su autoconcepto sigue así disminuyendo hasta el punto que siente que lo único que le queda es esta espantosa unión de pareja y que sencillamente no puede llegar a perder hasta eso en la vida. Si no se encuentra feliz consigo mismo, entonces atrae a un hombre que la hará sentir aún más infeliz. En otras palabras, el mensaje que envía es la respuesta que recibe.
Una regla de oro en este sentido es "quiérase más y los otros responderán con la misma moneda". Mientras mejor se sienta con usted misma, habrá más personas que se sientan atraídas por usted.
Claudia Campos. Psicóloga Clínica. Master en Sexualidad Humana y Pareja.
Esta es una pregunta que seguramente Usted se ha hecho o ha oído decir a alguien cercano. Y en realidad, es que muchas mujeres suelen tropezar varias veces con la misma piedra cuando de amor se trata. Cuando esto sucede es necesario hacer un alto y analizar por qué se cometen siempre los mismos errores.
Por ejemplo si usted permanece atada a una relación que no la hace feliz porque no quiere enfrentar otro fracaso en su vida y sigue "tratando de que funcione" lo único que esta logrando es perpetuar un ciclo que cada vez le hace mas daño, ya que mientras más se esfuerza por llevar adelante la relación, más difícil se hace abandonarla. Pues a medida que el ciclo continúa usted se hace más dependiente, al punto que su identidad queda entremezclada con la de su pareja. Y es tan así, que la ruptura la advierte como la pérdida de una parte de usted misma. Esta es exactamente la razón por la cual muchas personas siguen atadas a relaciones abusivas.
Y la explicación es sencilla: la baja autoestima nubla su juicio al momento de escoger una pareja y luego, el hecho de no querer admitir que fue un error, a seguir con la relación. Posteriormente se ve obligada a racionalizar por qué sigue unida a ese hombre que no la satisface, y la única explicación que puede darse es que es lo único que merece. Su autoconcepto sigue así disminuyendo hasta el punto que siente que lo único que le queda es esta espantosa unión de pareja y que sencillamente no puede llegar a perder hasta eso en la vida. Si no se encuentra feliz consigo mismo, entonces atrae a un hombre que la hará sentir aún más infeliz. En otras palabras, el mensaje que envía es la respuesta que recibe.
Una regla de oro en este sentido es "quiérase más y los otros responderán con la misma moneda". Mientras mejor se sienta con usted misma, habrá más personas que se sientan atraídas por usted.
Claudia Campos. Psicóloga Clínica. Master en Sexualidad Humana y Pareja.
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