Claudia Campos. MHS
Cuando comenzamos una relación amorosa todo es maravilloso, todo es color de rosa, pero con el paso del tiempo las cosas cambian y tenemos que hacer frente a las dificultades y los problemas.
Si bien es cierto que todas las parejas pasan en algún momento de su relación por situaciones de crisis. Lo importante en esos momentos es afrontarlas y superarlas actuando con madurez y asumiendo los vaivenes de la relación como algo normal que ocurre en todas las relaciones pero que hay que tratar de solucionar.
Ante las dificultades, no debemos caer en el abandono de la pareja ni dejar que las cosas se solucionen solas. Es importante una actitud activa y hacer todo lo posible por salir de esa situación, averiguando cuáles son los motivos que la provocaron y procurar que no vuelva a ocurrir.
Para que una relación sea sólida debe estar basada en el amor, confianza, respeto y comunicación. De esta forma, aunque no va a estar exenta de dificultades será más fácil superar todos lo obstáculos que se puedan presentar, pues se apoya en los pilares básicos de una relación afectiva.
Cuando la relación avanza y vemos a nuestra pareja en una dimensión más real sin el apasionamiento del comienzo, es cuando somos más vulnerables y estamos más indefensos ante los principales enemigos de toda relación.
Estos enemigos son, entre otros, la falta de comunicación y la rutina.
La Comunicación
La falta de comunicación es uno de los principales problemas con los que se puede encontrar cualquier pareja y que incluso puede llegar a destruir la mejor relación.
Podemos amar mucho a nuestra pareja, pero si no sabemos transmitirle lo que pensamos y sentimos, lo más probable es que la relación fracase. Tenemos que saber expresar nuestros sentimientos y tratar de conocer los de la otra persona. Para ello es fundamental saber escuchar y mostrar atención e interés por todo lo que a ella concierne.
Muchas veces la falta de comunicación se produce por falta de tiempo o por cansancio.
En ese caso, se debería fijar un momento al día para poder conversar con la pareja, un momento donde nada ni nadie los interrumpa, pueden ser solo unos pocos minutos, pero que no existan excusas para no hacerlo.
La rutina
A veces, con el paso del tiempo, las parejas se ven envueltas en la rutina y el aburrimiento. La rutina es uno de los mayores enemigos de cualquier relación que hay que vencer, evitando en todo momento perder la alegría y la ilusión por nuestra pareja y manteniendo siempre deseos de estar con ella y de realizar juntos actividades que nos diviertan y nos entretengan y, compartiendo momentos de diversión y de ocio.
Debemos tratar de sorprender, de vez en cuando, a nuestra pareja con detalles y con nuevas ideas con la intención de evitar caer en la monotonía y el abandono.
El amor que sentimos por nuestra pareja y la creatividad, pueden ser las mejores armas para luchar contra estos enemigos.
Claudia Campos. Psicóloga Clínica. Master en Sexualidad Humana y Pareja.
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